martes, 4 de agosto de 2009

NOMURA SHINBO



Biodatos >> Nacido el 24 de setiembre de 1955 en Hokkaidô. Graduado en el taller de dibujo de la Universidad de Rikkyo, debuta en el Coro Coro Comic, mensuario infantil al que reportaría sus mayores éxitos. Destacan “Fight and Bang Bang” (1978), “Roar! First Man” (1980), “Little Kojiwa”, “Gyahaha”, “Tsurupika Hagemaru” (llevada a la animación en 1988), etc. 

“TODOROKE! ICHI-BAN” IdeaIdea
(“Roar! First Man”)
とどろけ!一番
por Nomura Shinbo.
serializada en el Gekkan Coro Coro Comic (Shôgakukan). [198110]
Género: comedia estudiantil.

Todos los tics propios del manga más “auténtico” están representados en esta serie, protagonizada por el joven estudiante Ichiban, un atípico empollón escolar, ambidextro, sin gafas y con una cinta con el número 1 en la frente donde sujetar los lápices... en fin, un poema de chaval. Aquí las preocupaciones de Ichiban son algún turbio estudiante que pretende obtener mejor puntuación que él o algún profesor que intenta fastidiarle el record de Estudiante Modelo. En la historia se nos desgranan trucos diversos para mejorar la propia nota o rebajar la del adversario, algunos ingeniosos pero en su mayoría tan alucinantes como inverosímiles. Por otro lado, y desgraciadamente, los mentados tics no están subliminados a la parodia, sino que se tira de ellos para reforzar las escenas dramáticas, con el consiguiente malestar del lector, aunque hay que matizar que su tratamiento es logrado dentro de su mediocridad, a lo que no ayuda un dibujo plano y falto de sustancia.

"TSURUPIKA HAGEMARU" IdeaIdeaIdea
つるピカハゲ丸 
por Nomura Shinbo. 
serializada en el Bessatsu Coro Coro Comic (Shôgakukan). [19850201], en el Gekkan Coro Coro Comic (Shôgakukan). [198903], en el Shôgaku 5-Nensei (Shôgakukan). [198912] et al.  
género: comedia. 
Estamos ante una de las series cómicas más exitosas del Coro Coro, dejando aparte, claro está, las de Fujiko-Fujio. Se mantuvo casi diez años en la revista y sus franquicias, y en su mejor etapa llegó a compaginar su versión televisiva, una subserie, una sección de cartas de los lectores (en las que proponían algunos gags) y otras zarandajas. En principio surgió como un simple producto cómico "yonkoma", casi de relleno, pero muy pronto empezó a destacar y a ocupar más espacio sobrepasando al mensual que lo vio nacer. Hagemaru es un pequeño chavalín de prominentes cejas y llamativa calvicie, apenas coronada por tres pelos. Es el típico personaje lleno de defectos que entiende las normas y convenciones sociales a su manera, dándoles la vuelta para sorpresa de sus sufridos allegados, que son sus padres, su hermanito menor, su abuelo, su compañero de clase, su maestra... a los que poco a poco se irán incorporando más personajes. En su mayoría, gags inspirados y bastante bien plasmados, algo inesperado para una publicación "kodomo". Tambien hay que destacar la acertada evolución de los diseños con el paso de los años.  
En la temporada 1988-89 Yasumi Tetsuo, Sasagawa Hiroshi y Fujita Muneyoshi realizaron la serie de animación, con Tsukase Noriko como voz de Hagemaru, que a su inesperado fallecimiento hubo de ser sustituida por Sugiyama Kazuko.

"DOGGI KYÛTA" IdeaIdea
("Dodge Kyûta")
ドッジ球太
por Nomura Shinbo. 
serializada en el Bessatsu Coro Coro Comic Special (Shôgakukan). [19891201]
género: balón prisionero. 
Producto que sirvió de avanzadilla a otras series del subgénero, entre ellas una que tuvo un inesperado éxito en la revista hermana mensual, "Dodge Danpei" de Koshita Tetsuhiro. La versión de Nomura, empero, tuvo una andadura más bien discretita. El Kyûta del título es un chaval de unos 8 ó 9 años, cuyo equipo de "dodgeball" en el que está incluida una compañera de clase, está sufriendo la brutalidad sin límite del equipo de una escuela rival. Es un niño de bastante aguante, no así sus compañeros, que acaban bastante magullados. Kyûta tiene la genial idea de usar su experiencia jugando a los bolos en la bolera del barrio para lograr unos disparos mejor dirigidos en la cancha. El dibujo es simpático dentro de los límites de edad de la revista en la que se publica, con ese curioso estilo "ladeado" que se puso de moda en la época en muchas series infantiles y juveniles. Las escenas deportivas carecen del empaque necesario para resultar atractivas, con una puesta en escena algo plana, aunque hay que reconocer que el autor pone toda la carne en el asador para representar los violentos golpes del balón en los cuerpos de los contrincantes.     
 
  



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