KUWASAWA ATSUO

Biodatos >> Nacido en Fukushima el 12 de junio de 1959. Su mayor éxito es "Midoriyama High School", iniciada en 1984 y llevada a la animación en 1989. A partir de entonces se especializa en series deportivas. Durante todo este tiempo, el autor ha ido variando los kanjis de su nombre en repetidas ocasiones. Otras series destacadas: "Catharsis of Tekken", "Janado", "Struck", "Very Good Manten", "Gootama", "Muei's Fang", "Tiger"...

"MIDORIYAMA KÔKÔ"
("Midoriyama High School")
緑山高校 
por Kuwasawa Atsuo. 
serializada en el Shûkan Young Jump (Shûeisha). [1985/10/03]
género: béisbol.

Uno de esos productos en los que el envoltorio es más importante que el caramelo, y que juega con el estilo inmaduro y aparentemente tosco del dibujo para narrar la misma historia de siempre. Esto se debe a que el estilo argumental juega con unas premisas deportivas propias de una revista estrictamente juvenil, donde no faltan los toques cómicos tontorrones ni las jugadas exageradas e impactantes, bastante apartadas del tono que pretende la revista. Quizá fuera esta conjunción de trazo rudo y rompedor y guión lineal y simple lo que favoreciera el éxito de la serie, aunque lo cierto es que posteriormente otros dibujantes de revistas de la misma onda lograran resultados más vistosos y atractivos con la misma fórmula. El dibujo intenta ocultar sus evidentes imperfecciones jugando con las gesticulaciones y las poses enfáticas de los personajes, que acentúa con su trazo duro, reforzando el impacto de las jugadas más atractivas con bastante pericia, pero por desgracia no está a la altura en todo lo demás. Un producto curioso pero sobrevalorado.
Ikeda Naru y Suzuki Shin'ichi realizaron la versión para videoanimación en 1989.
  
"BIGGU TAIMU"
("Big Time")
ビッグタイム
por Kuwasawa Atsuo.
serializada en el Shûkan Young Jump (Shûeisha). [1988/07/07]
género: aventuras. 

Se trata de una de las series más extrañas del autor, en la que mezcla varios géneros en principio indisolubles, como el deportivo y el fantástico. La operación no resulta satisfactoria en su conjunto, aunque hay que reconocerle ciertos valores muy atractivos, esencialmente los que le otorgan originalidad dentro de unos planteamientos muy estandarizados. Casi se podría decir que es un peldaño más en la evolución argumental de los comics deportivos del autor, en los que ya no se conforma con la exageración flagrante de los momentos más espectaculares, ahora se trata de llevarlos más lejos todavía. La idea no tuvo el éxito esperado y la serie se canceló mucho antes de lo previsto, pasando al olvido casi inmediatamente. El ritmo y la estructura gráfica de la historia es quizá lo más conseguido, y aquí se nota la madurez del autor, pero el dibujo no ha mejorado mucho, y nos encontramos ante diseños mal acabados, escorzos descuidados y figuras desproporcionadas; a pesar de todo hay detrás un equipo de asistentes que eleva la calidad de las escenas y ocasionalmente nos obsequia con algunos momentos de gran aparato.