MATSUMOTO TAIYÔ

Biodatos >> Nacido el 25 de octubre de 1967 en Tôkyô en medio de una familia de artistas (su madre era poetisa, su primo el mangaka Inoue Santa, y además él mismo se casó con una mangaka, Tôno Saho) y sin embargo abandonó el Departamento de Arte de la Universidad de Wako. Debuta en el manga en 1987 y su primera serie importante, "Straight", se publica en el Comic Morning al año siguiente. En 1990 ficha por el Big Comic Spirits, que le publica el grueso de su obra: "Zero", "Flower Man", "Tekkon Kin-kreet" (llevada a la animación en 2006), "Ping Pong" (llevada a la pantalla en 2002 y 2014), "Number Five"...

"SUTOREETO"
("Straight")
ストレート
por Matsumoto Taiyô.
serializada en el Shûkan Comic Morning (Kôdansha). [1988/11/03]
género: béisbol.

Esta flojilla serie deportiva sirvió sin embargo para hacer patente el talento del autor en lo que respecta a la innovación gráfica; aunque todavía está demasiado verde —recordemos que había debutado el año anterior— ya se atreve con una arriesgada puesta en escena con panorámicas realistas, montajes rompedores, encuadres inesperados y, lo que es más llamativo, un diseño lineal tan inmaduro como interesante. En muchas ocasiones no es más que un calco de fotografías extraidas de cualquier periódico deportivo, a las que se les han practicado algunos cambios que no hacen más que resaltar su procedencia y vulgar manipulación. Pero también gracias a este sistema somos obsequiados con encuadres realistas no sólo del ámbito estrictamente deportivo, sino también entre bambalinas, especialmente en lo que se refiere al trabajo de los reporteros y los comentaristas de los medios de comunicación. Menos trabajadas están las personalidades de los jugadores, que oscilan entre hieráticas y estereotipadas.  

"HANA OTOKO"
("Flower Man")
花男
por Matsumoto Taiyô.
serializada en el Shukan Big Comic Spirits (Shôgakukan). [1992/05/11-18]
género: drama béisbol.

Subtitulada en inglés "A Boy Meets a Papa and Baseball", es un ejemplo de manga experimental para distribución comercial, que parte de una premisa ciertamente novedosa para la época, acompañada de un planteamiento gráfico extraño e interesante, que ayuda a hacer más atractivo aún el argumento. Los protagonistas de la historia son un padre aficionado al —quizás sería más adecuado decir "obesionado por el"— béisbol, aunque ya demasiado grueso para hacerse profesional, que todavía mantiene la inocente creencia de que puede llegar a convertirse en un buen jugador, y su hijo, un chaval que está empezando a entrar en la adolescencia, mucho más maduro y descreído que él y con el que va a establecer un peculiar vínculo después de una etapa de separación. Si ya de por sí la temática parece innovadora, el apartado gráfico es todavía más curioso, con un trazo aparentemente marginal a la par que eficaz en la descripción de escenarios, bien apoyado en unas ocasionales viñetas panorámicas más que brillantes que retratan con sutileza y toques oníricos unos ambientes costumbristas desde una óptica diferente. Aunque no todas las escenas están bien desarrolladas, y en ocasiones el autor parece dejarse llevar por su propia fiebre, estamos ante un producto cuanto menos llamativo. Una rareza.