Pequeños apuntes biográficos de mangakas de los años 1950-1995 con breves reseñas de algunas de sus obras.
martes, 4 de agosto de 2009
SAKURAI HAJIME
Este autor se especializó en "Shôgakus" entre mediados de los años 50 y principios de los 60. Entre sus obras, entre las que hay sobre todo temas de "chanbara", destacar "Dragon King Hoshinosuke", "Ereki-chan-suke", "Yamabiko Ippei", "Kômaru Kikomaru" (en colaboración con Yano Hiroshi), etc. Otro de sus trabajos más populares es la serie para niñas "Nijiko-chan".
"RYÛJIN HOSHINOSUKE"
("Hoshinosuke the Dragon King")
竜神星之助
por Sakurai Hajime.
serializada en el Shôgaku 6 Nensei (Shôgakukan). [195905]
género: aventuras.
Agradable serie feudal que mezcla los habituales clichés con el del género fantástico. Hoshinosuke (nombre que viene a ser un juego de palabras con el vocablo "estrella") es su ídem, un apuesto y valiente guerrero enfrentado a un intrigante mago, Satan, que ha alistado un ejército de esbirros disfrazados de verdugos, con el que tiene sometidos a los habitantes de la región. A los esbirros hay que añadir un inmenso gorila llamado Kong Bat al que maneja el mago a su antojo con una hipnótica música. También guarda Hoshinosuke un as en la manga, la guapa Shinobu, que tiene el mago a su servicio sin sospechar que ella le espía para informar a nuestro héroe. La fantasía está muy bien dosificada durante toda la serie, sin llegar a empachar nunca y bien entremezclada con escenas de intriga y de acción en general. El dibujo es muy correcto y hace avanzar la historia con un buen dinamismo falto de estridencia.
''NIJIKO-CHAN''
(''Little Nijiko'')
虹子ちゃん
por Sakurai Hajime.
serializada en el Shôgaku 5 Nensei (Shôgakukan). [1960/1]
género: drama
Una obra interesantísima y con un dibujo tan inspirado como pulcro. Su teórica protagonista es una niña de unos 12 años con mucha imaginación (especialmente muy dada a las ensoñaciones románticas) pero noble, obediente y responsable como Dios manda. Sus peripecias tocan varios ámbitos, especialmente la intriga, pero el autor no pretende que las mismas se coman el argumento. Con una envidiable mano izquierda asistimos a una disección del hogar familiar medio nipón de finales de los 50, con unos personajes y situaciones muy realistas (dentro de lo que cabe, claro) apenas rota por algunas ínfulas dramáticas algo fuera de tono. Sakurai integra magistralmente las cotidianas escenas de calle y de casa con elipsis, flashbacks y los sueños de Nijiko, en una hábil amalgama sin estridencias. Una auténtica curiosidad.
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