YOKOYAMA RYÛICHI

Biodatos >> Nació el 17 de mayo de 1909 en la ciudad de Kochi. Era hermano mayor de los también mangakas Yokoyama Taizô y Yokoyama Fusako. Tras graduarse en la escuela superior de la ciudad, empezó a dibujar tiras cómicas y para la década de 1930 ya era un caricaturista muy popular gracias a su personaje "Fuku-chan", que el propio autor llevaría al cine en forma de corto de animación en la década de 1940 (en 1937 ya tuvo lugar su primer contacto con el mundo del cine, colaborando en dos comedias de Enomoto "Enoken" Ken'ichi). Durante la década de los 50, otros personajes suyos, "Peko-chan" y "Densuke", son llevados al cine de imagen real, pero Yokoyama sigue más interesado en el ámbito de la animación, realizando con su estudio Otogi una serie de cortometrajes que culminarían en 1961-62 con la realización de las primeras series de animación japonesa para TV: "Instant History" y "Otogi Manga Calendar". Se retiró del medio en 1973 y falleció el 8 de diciembre de 2001. Otros comics: "Fukusuke the Top-Heavy Frog" y "100 Fools".  

''FUKU-CHAN''
(''Little Fuku'')
フクちゃん
por Yokoyama Ryûichi.
serializada en el Tanoshii 1 Nensei (Kôdansha). [195703]
género: comedia.

Poco puedo añadir de este famosísimo y a la vez típico personaje infantil que encariñó a varias generaciones de japoneses. La que nos ocupa pertenece a la década de 1950, una de las más bonitas de la serie en mi modesta opinión (ignoro si se corresponde con la portada de muestra). Se serializaba en esta época en revistas educativas infantiles de los primeros grados y sus historias eran en bitono o a todo color y cubrían dos páginas, lo cual le daba al autor un mayor margen de movimiento para urdir sus sketches. Los dibujos parecen más sencillos y algo descuidados, aunque bien adecuados al humor blanco que caracterizaba a Fuku y a la postre a todos sus colegas de la revista. El pequeño protagonista, un simpático niño de unos 5 ó 6 años, con su característica gorra, su pelado al 1 y sus inconfundibles "geta" (chanclas de dedo de madera) ya parecía algo anticuando en estos años en los que sus compañeros llevaban un peinado más moderno y zapatillas más cómodas. Los gags tienen el encanto de lo caduco y de la cotidianidad local del momento.
Este personaje apareció en varios cortometrajes de animación entre 1942 y 1944, dirigidos por Kuwata Ryôtarô, Masaoka Kenzô, Sekiya Isoji o el propio Yokoyama. En 1982 Fuji Mineo y Yamada Michishiro realizaron una exitosa serie de animación, con la voz de Sakamoto Chika para Fuku.   

''KIYO-CHAN''
(''Little Praise'')
きよちゃん
por Yokoyama Ryûichi.
serializada en el Tanoshii 2 Nensei (Kôdansha). [195707]
género: comedia.

Gracias al éxito de "Fuku-chan" en las revistas educativas, se le planteó a Yokoyama la posibilidad de realizar una especie de "spin-off" de este personaje en tales publicaciones. Al igual que el anterior, se le ofrecieron las mejores páginas y una posición preponderante en la revista, pero por la razón que sea "Kiyo-chan" no llegó a cuajar y se canceló transcurrido su periodo, de manera que pocos recuerdan que el famoso Fuku tuvo una especie de hermanito menor que llegó a protagonizar sus propios gags. Kiyo tiene unos 3-4 años y debe ser constantemente vigilado por Fuku, que aparece en sus historias como un personaje secundario. Para él todo es nuevo, y está empezando a asimilar las normas sociales y también las tradiciones de su país, que por supuesto, entiende a su ingenua manera. Los sketches tienen un humor muy suave y entrañable, siguiendo las pautas de la serie original. 

''PIKKURU-CHAN''
(''Little Pickle'')
ぴっくるちゃん
por Yokoyama Ryûichi.
serializada en el Shôgaku 1 Nensei (Shôgakukan). [195805]
género: comedia.

Una de las series más desconocidas del autor, y no sin razón, porque carece del más elemental interés. Está directamente emparentada con la famosa "Fukusuke", que se serializaba en la revista hermana "Shôgaku 2 Nensei" por aquella misma época. Se trata de la típica historieta con una comunidad de animales antropomorfos, en este caso ranas, y cuyos deslucidos gags se articulan siguiendo las consabidas pautas de buscar nexos comunes entre las características humanas y las anfibias. Al ir dirigida a un público muy infantil el humor tiene el listón demasiado bajo, pero esto aún sería soportable con unos diseños mínimamente atractivos, pero aquí nos encontramos ante un Yokoyama rectilíneo en estado puro que no deja pasar ni una.