Biodatos >> Nacido en 1927, debuta en 1947 en la revista Shin Shônen. Se establece en Osaka, donde realiza la serie "Substitute Shô-chan" para la revista de béisbol Yakyû Shônen, antes de pasar al Shônen a mediados de los 50, donde creará su primera serie importante, "Little Dharma", que generará una secuela, "Little Chief Detective Dharma". Poco después logra dos éxitos más en revistas de la competencia: la beisbolera "Little Liner" para el Bokura y la "chanbara" "Purple Sword Shirô" para el Manga'Ô. Uno de sus últimos trabajos fue "Sun of Heart" a mediados de los 60. También destacan "Home Run Team", "Speed Hatch", "Bullet Ricky", "Angel Z"...
"FAITO-KUN"
("Little Fight")
ファイトくん
por Tanaka Masao.
serializada en el Kodomo no Hikari (Ie no Hikari Kyôkai). [1965/06]
género: judo.
Una serie muy infantilona sobre un pequeño luchador de judo, alumno aventajado de una escuela marcial de una pequeña localidad. El joven, llamado "Fight", se encarga de resolver las pequeñas injusticias sufridas por sus amigos. Aunque tanto los personajes protagonistas como la estructura argumental resultan demasiado relamidos y deudores de guiñol barato, la serie pretende ofrecer al lector lecciones morales en las que los temas se resuelven mejor con palabras que con llaves de judo, si bien afortunadamente Tanaka los sazona con algunas inesperadas salidas cómicas. Su dibujo es caricaturesco pero lo bastante correcto para saber jugar con las posiciones y movimientos típicos del género. Por otro lado, la estructura de episodios autoconclusivos de pocas páginas perjudica algunos momentos en los que el autor muestra que podía haber llegado más lejos.
"FAITO-KUN"
("Little Fight")
ファイトくん
por Tanaka Masao.
serializada en el Kodomo no Hikari (Ie no Hikari Kyôkai). [1965/06]
género: judo.
Una serie muy infantilona sobre un pequeño luchador de judo, alumno aventajado de una escuela marcial de una pequeña localidad. El joven, llamado "Fight", se encarga de resolver las pequeñas injusticias sufridas por sus amigos. Aunque tanto los personajes protagonistas como la estructura argumental resultan demasiado relamidos y deudores de guiñol barato, la serie pretende ofrecer al lector lecciones morales en las que los temas se resuelven mejor con palabras que con llaves de judo, si bien afortunadamente Tanaka los sazona con algunas inesperadas salidas cómicas. Su dibujo es caricaturesco pero lo bastante correcto para saber jugar con las posiciones y movimientos típicos del género. Por otro lado, la estructura de episodios autoconclusivos de pocas páginas perjudica algunos momentos en los que el autor muestra que podía haber llegado más lejos.
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