HATANAKA JUN

Biodatos >> Nació en la ciudad de Ogura, prefectura de Fukuoka, el 20 de marzo de 1950, y falleció de rotura de aneurisma de aorta abdominal el 13 de junio de 2012. Tras graduarse en la escuela superior, se instaló en Tôkyô en 1968 para estudiar manga en la escuela de diseño. En 1974, llegó a autopublicarse un comic, "We Are Still Running". Finalmente, debutó oficialmente en 1977 con la historia "Moonlight" y en 1979 realizó su primera serie importante, "Mandala's Ryôta", que se mantuvo casi 10 años en el Manga Sunday, y fue llevado al cine en 1986 y a la animación en 1989. Paralelamente, a partir de 1984 realizó muchas portadas del Comic Baku. Otras series: "Fools' Paradise", "Love's Etranze", "The Power of Love", "Obake", "One Hundred and Eight Love"... 

"MANDARA-YA NO RYÔTA"
("Ryôta of the Mandala")
まんだら屋の良太
por Hatanaka Jun.
serializada en el Shûkan Manga Sunday (Jitsugyô-no-Nipponsha). [19820824] [19870217]
género: comedia.

Primer éxito de Hatanaka y ya con el estilo gráfico y maneras narrativas que se convertirán en su marca de fábrica, aunque hay que puntualizar que todavía se encuentra el autor algo contenido, y quizás fuera esto lo que hizo que la historia cayera tan bien a pesar de su tono tan experimental. Ambientada en un típico pueblo famoso por sus aguas termales, en una de cuyas posadas trabaja Ryôta, hijo de la dueña, joven robusto y no muy brillante que se encuentra en los últimos niveles de su escolarización Secundaria y ya está empezando a tener algunos encuentros sexuales con algunas chicas del publeo. A pesar de no ser un gran partido ni tampoco especialmente atractivo, al bueno de Ryôta siempre se le presentan calvas las oportunidades y en este aspecto es lo suficientemente rápido como para aprovecharlas. Tsukiko, su novia de la infancia, guapa y más inteligente, debe pararle los pies constantemente, a veces incluso recurriendo a la violencia. Los lances entre los personajes y sus amigos y allegados son el tema habitual de esta comedia sexual, no siempre redonda, aunque simpática. 
La historia se convirtió en una serie de TV en 1986, con Ryôta encarnado por Sugimoto Tetta, y al mes siguiente también se llevó al cine, bajo la dirección de Ishiyama Akinobu, siendo Ryôta interpretado por Sawato Shin'ichi. Finalmente también se convirtió en videopelícula de animación en 1989, realizada por Aoki Yûzô y Mikuriya Kyôsuke y con la voz de Genda Tesshô para Ryôta.

"HYAKU-HACHI NO KOI"
("One Hundred and Eight Love")
百八の恋
por Hatanaka Jun.
serializada en el Shûkan Comic Morning (Kôdansha). [19901213]
género: comedia.

Serie que narra las pequeñas aventuras de un joven estudiante de instituto, Momonari Hyakuhachi (cuyo nombre de pila significa 108 y parece guardar relación con diversas religiones orientales) y nos presenta también una serie de personajes secundarios a su alrededor. Tiene dos buenas bazas: por un lado mezcla temas cotidianos y realistas con una serie de elementos sobrenaturales que van apareciendo en su vida, siempre desde una perspectiva lúcida y sin apoderarse nunca de la trama, y por el otro se apoya en el característico "apastelado" estilo de dibujo del autor, que en lugar de entorpecer el desarrollo de la historia, se sirve del mismo para hacerlo más interesante; aunque ciertamente Hatanaka no está siempre a la altura de las escenas que él mismo propone, con algunos momentos superfluos y roturas de ritmo entre torpes y extrañas, sabe muy bien insuflar vida a los personajes y moverlos en unos ambientes apartados de la ciudad, que son creados con una inspirada plasticidad usando unos medios mínimos, demostrando una vez más su gran inventiva pictórica incluso cuando trabaja en el blanco y negro. Toda una curiosidad.

"OBAKE"
("Ghost")
オバケ
por Hatanaka Jun.
serializada en el Shûkan Morning (Kôdansha). [19920430]
género: fantástico. 

Si en anteriores series el autor introducía algunos elementos sobrenaturales en sus historias cotidianas, en esta serie hace lo inverso. Como si entráramos en el universo de Mizuki Shigeru, dos niños que se encuentran de vacaciones de verano en el campo van a conocer un sinfín de personajes de la mitología ancestral nipona, entre inmensos dragones, "kappas", fantasmas, duendes y otros bichos que no sé ni su nombre, con los que vivirán numerosas y fantásticas aventuras. El gran problema de esta historia es que Hatanaka carece de la capacidad organizativa y sobre todo del sentido del humor de Mizuki, de modo que estos seres actúan según unas pautas entre torpes y desustanciadas, ni aprovechan sus momentos de lucimiento, ni parecen intervenir en las escenas adecuadas, llegando en algunos momentos a atropellarse mutuamente. En el apartado gráfico, vemos el estilo contracorriente del autor a pleno rendimiento, cada vez más marginal y personal, al mismo tiempo que aumentan las deficiencias de sus series previas.