TAKAYAMA YÛKI

Nacido en Hiroshima, este autor sólo tiene dos series importantes, ambas dirigidas al público adulto, "Zerohan Teacher" (con guión de Ikemoto Rô) y "Bakusô Detective" (con guión de Saitô Kôichi).

"DOGATTSU! RIYÛTA"
("Angry Guts, Riyûta!")
怒ガッツ！龍太 
por Takayama Yûki. 
escrita por Ikemoto Rô. 
serializada en el Gekkan Shônen Jets (Hakusensha). [198110]
género: acción.

Ikemoto y Takayama ya habían tenido una serie conocida en una publicación para adutos y ahora se intentaron adaptar al público juvenil con este producto sobre un chaval duro de roer que no tiene problemas en plantarle cara a chicos mayores, y repartirles una buena tanda de galletas si las cosas se ponen complicadas. Por desgracia la cosa se quedó en el intento, porque el experimento no terminó de cuajar. Ikemoto buscaba remozar la fórmula relamida del niño líder escolar (Riyûta, que significa "dragón") que domina técnicas milenarias de defensa personal con un tratamiento algo rebuscado, por ejemplo planteando peleas multitudinarias en las que todos los componentes van desnudos, o alterando los habituales decorados escolares con excursiones, por citar un caso, propuestas que, aunque no van muy lejos tampoco, son ideas de agradecer cuando en todas las revistas juveniles abundaban este tipo de argumentos excesivamente repetitivos. Por otro lado, Takayama realiza un dibujo funcional, no siempre a la misma altura pero generalmente bastante apañado, de cierta gracia, y con un correcto diseño de producción general.    

"BAKUSÔ DEKA"
("Bombing Detective")
爆走刑事
por Takayama Yûki. 
escrita por Saitô Kôichi. 
serializada en el Shûkan Manga Times (Hôbunsha). [19811211]
género: intriga.

Curiosísima serie con un protagonista que parece una parodia de los policías duros de paisano que viajaban en moto y que se popularizaron mucho por esta época. Con su cazadora negra, su pañuelo rojo al cuello, su cigarrillo siempre en la boca, su expresión facial invariable, su parquedad en las palabras y su actitud chulesca, visualmente formaba un estereotipo que en la actualidad sólo provocaría carcajadas; de hecho, ocasionalmente el guionista se permite burlarse de la sexualidad del personaje en alguna que otra escena que el dibujante redondea con ciertas poses exageradas de las suyas. Los casos de nuestro protagonista no son de episodio único, sino que se desarrollan en varios capítulos en los que su aportación resulta extraña y fuera de lugar. Los mismos están a rebosar de momentos dramáticos, donde se dan situaciones de humillación femenina, todo ello algo exagerado pero a la vez interesante. Los diseños de Takayama son algo ortopédicos, pero en cierto modo ayudan a procesar la historia.