NAKAYAMA SEIKA

 

 

Biodatos >> Nace el 6 de marzo de 1954, en la ciudad de Okayama aunque se cría en Kurashiki. Hermana menor del mangaka Nakayama Kaeru, que le enseña desde pequeña, tras sus estudios superiores se traslada a Tôkyô y allí colabora en publicaciones y "dôjinshis" varios hasta que por fin debuta oficialmente con la historia "Yakeusso Story" para el Viva Princess de primavera en el año 1977, convirtiéndose en una pionera del género épico fantástico femenino. Inmediatamente es transferida al Princess mensual y al Princess Gold, de los que se convertirá en "fija" durante muchos años, iniciando allí sus series "Here You Are!" y "Phantomouche". En 1986 aparece en el Princess mensual la que será su serie más exitosa, "The Knight of Alfheim". Otros trabajos a destacar: "Fairy Blue Legend", "Rinen in the Blue Sky", "Zoe", "Bon Jour Baseball", "Fairy Land Knight Ballad", "Empty Labyrinth", "Griffon Garden", "The Princess of Natsu Apartment", "Robin", "Dragon Country of Flower Crown" y un largo etc.   

"YÔSEI-KOKU (ARUFUHEIMU) NO KISHI"
("Knight of the Fairy Land [Alfheim]")
妖精国（アルフヘイム）の騎士
por Nakayama Seika.
serializada en el Princess (Akita Shoten). [198903]
género: drama aventuras.
Aunque no es ni de lejos de las mejores del subgénero, hay que reconocer que esta famosa y larguísima serie implantó a mediados de la década de 1980 las bases a seguir por otras autoras posteriores, muchas de ellas más capaces por cierto. La acción se sitúa en la época feudal de las leyendas europeas, donde la espada y la brujería van de la mano. Los tres protagonistas, Rosalie, Laurent y Arthur, son tres consumados espadachines de sangre noble que forman parte de una antigua leyenda que enfrenta a caballeros con tenebrosos señores de la oscuridad. A lo largo de sus sopocientos capítulos, a los que hay que incluir diversas secuelas, se producirán luchas de poder, traiciones, desengaños, romances apasionados y duelos a espada. Los diseños son bastante correctos, ocasionalmente muy inspirados incluso, pero a pesar de llevar diez años en el medio, Nakayama parece todavía muy verde para el empaque de la historia que pretende narrar, pues no domina aún las escenas de combate, ni los trazos de los caballos, ni los planos de grandes multitudes, y desgraciadamente eso se nota. Sin embargo, si en algo destaca esta obra es en su ambientación, más cuidada de lo acostumbrado, con una puesta en escena que se adueña rápidamente de la historia e impone su tono melancólico.