martes, 2 de marzo de 2021

OIKAWA KAORU


 

Biodatos >> Nació el 23 de noviembre de 1954 (?) en la ciudad de Fukuoka. En 1976 debutó en el Extra de Primavera del Ribbon DeLuxe, con la historia "Memory Machine". Durante cuatro años realizó diversas historias cortas para esta revista y otras franquicias del Ribbon; aquí apareció en 1979 su primer proyecto importante, "Blues of the Cat". En 1980 fue transferida al Bouquet y sus franquicias, de la misma editorial, y es en esta revista cuando empezó a dibujar proyectos más ambiciosos, entre ellos sus primeras series. Cumplido su contrato de 10 años con Shûeisha, se pasó a la revista Candle de Akita Shoten, donde publica la saga de "Harogomo Ikkei", y en la década de 1990 a las publicaciones para "ladies". Otras obras: "Guerrilla Holding Flowers", "Suzume Report", "The Family of Love", "Purposeless Space", "Soldier of Rain" y algún tomo de la colección educativa "History of the World".

"HE - HE - HE NO HÔTESHIKI" IdeaIdea
("The Equation of the He-He-He")
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por Oikawa Kaoru.
serializada en el Bouquet (Shûeisha). [198201]
género: comedia ciencia-ficción.
Rinko y Mari comparten habitación en un típico apartamento para estudiantes femeninas. Un día, Rinko se tropieza accidentalmente con un guapo alienígena de aspecto andrógino, que casi podría pasar por un joven extranjero, si no fuera por las dos antenas que tiene en la cabeza. Este ser, que tiene una especie de apariencia de ectoplasma que únicamente Rinko puede percibir y oir, necesita recopilar toda la información posible sobre la vida en la Tierra, y para ello se sirve del cuerpo de la joven, obligándola a cambiar su comportamiento hacia los demás, y a hacer cosas que ella no querría, aunque tampoco nada realmente catastrófico, como por ejemplo la compra de publicaciones pornográficas. De todos modos esta complicada relación también le va a servir a nuestra protagonista para que inicie una relación con un chico, que de otra manera no hubiera tenido ningún interés para ella. La idea de esta serie es simpática, y podría haber dado mucho juego, pero la inmadurez de Oikawa provoca que simplemente rasque la superficie. Además de desaprovechar las ocasiones, la puesta en escena es algo plana, típica de una comedia de situación, aunque el dibujo en general sea bastante correcto, y en algunas secuencias, hasta inspirado y todo.



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