Dibujante pornográfico de la segunda generación, uno de los más importantes y prolíficos de su época, que inició su carrera a mediados de la década de 1970 y publicó durante casi 20 años. Su trabajo más conocido es "Mrs. Moriman". Otros recopilatorios destacados: "Sister's Love Juice", "Sister's Physiology", "Sister's Body Odor", "Sister's Armpit Hair", "Sister's Nipple", "Cinderella at 25", "Wife Power", "Sour First Experience", "Love Poaching", "The Private Life of a Female Teacher", "Female Teacher's Oral Violence", "Secretary Woman", "Beautiful Girl Blooming", etc.
"YAWAHADA GURUI"
("Soft Skin Around")
柔肌ぐるい
por Sakakibara Takashi.
publicada en el Manga Kairaku Seven (Kaichôsha). [197801] et al.
género: pornográfica.
Recopilatorio de los primeros trabajos el autor, que tenían como tema recurrente el lesbianismo y su contraposición hacia el ámbito heterosexual. Sus protagonistas suelen ser mujeres jóvenes y liberadas, con ganas de experimentar tanto con el mismo sexo como con el opuesto. Los argumentos tienen cierta gracia porque se nota un empeño por presentar una historia más o menos cuidada, dentro de las consabidas limitaciones impuestas por este género. Es evidente que el autor todavía está algo verde, especialmente en las escenas de transición, pero por fortuna los momentos de cama acusan innovación y bastante osadía, teniendo en cuenta las cortapisas de la censura de la época, todavía demasiado evidente. Aún siendo un producto más bien regular, inmediatamente se capta el talento del autor, que florecería unos años más tarde con trabajos de primera categoría.
"HAJIKE-SÔ"
("It's About to Burst")
はじけそう
por Sakakibara Takashi.
publicada en el Gekiga Daikannô (Million-Shuppan). [198312] et al.
género: pornográfica.
En esta etapa de su carrera, Sakakibara se encontraba ya en un momento de bastante esplendor, en parte por su ya maduro talento para copiar las fotografías de las revistas pornográficas y encajarlas con cierta gracia dentro de sus propias historias, y en parte porque sus argumentos reflejaban la sociedad de la época, que se aprovechaba del aperturismo del momento y de las nuevas tecnologías para favorecer los encuentros sexuales de sus protagonistas e incluso aprovecharlos para obtener un beneficio con la cooperación de terceros. Una vez más, las chicas suelen ser bastante desinhibidas y entran en el juego más o menos de manera entusiasta, dejándose llevar por la astucia o ingenio de su compañero. Como es habitual, todavía se encuentra rígido el dibujante en las escenas de transición, pero es evidente también que con el paso de los años, ha aprendido a disimularlas con bastante habilidad. Los argumentos no son nada del otro jueves pero retratan con moderada destreza aquellos maravillosos años 80.
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