TACHIBANA SEITARÔ

 

Su trabajo más reputado es una adaptación de la primera parte de la novela "Human Condition" de Gomikawa Junpei realizada en 1983 y anterior a la del estudio Ishinomori. Sus primeras series importantes ya habían aparecido en 1978: "Tachinbo's Poetry", escrita por Miki Kôsuke, y "Gachaman Employee", de temática "mah-jongg" y con guión de Hanato Kobako. Ha realizado también numerosas series que no han gozado de recopilatorio.  

"TAMAYAN SUPOKON KONJÔ-KI"
("Tamayan Spokon Guts")
玉やんスポコン根性記
por Tachibana Seitarô.
escrita por Asahina Yû.
serializada en el Manga Tengoku (Geibunsha). [198201]
género: comedia.
Aunque se mantuvo en la revista varios años, esta serie ha caído en el más oscuro de los olvidos. No aparece en ninguna bibliografía ni de Tachibana ni de Asahina, y naturalmente pertenece también a la lista de las muchas series no recopiladas del dibujante. Narra las peripecias de un hombre de complexión fuerte, siempre metido en líos por culpa de alguna mujer a la que no sabe decir que no. Es un todo un buenazo que, por cierto, acostumbra a visitar los burdeles —o mejor dicho, locales de alterne de todo tipo, que más o menos siempre acaban en lo mismo— de las localidades por las que pasa, para rematar la noche, convirtiendo sus relatos en una especie de comedia erótica. Sin embargo, este producto tiene más atractivo por su tono costumbrista de sus personajes secundarios que por la carnaza que saca, siendo una serie simpática de agradable tono localista con un dibujo muy cumplidor. 

"AKATSUKI NO GINRIN"
("Dawn's Bicycle Wheel")
暁の銀輪    
por Tachibana Seitarô.
escrita por Itasaka Yasuhiro.
serializada en el Bessatsu Manga Goraku (Nippon-Bungeisha). [198203]
género: ciclismo.
Este producto pertenece al club de las muchas series de Tachibana que no llegaron a cuajar, aguantando eso sí ocho meses en la revista. Su protagonista es un tal Hayase, joven ciclista de competiciones de circuito y carácter humilde, que a pesar de su talento para este deporte, siempre se va a encontrar con rivales más experimentados que le terminan chafando la guitarra. Afortunadamente el novato Hayase cuenta con los sabios consejos del veterano entrenador con los que poco a poco va a ir sorteando los obstáculos. Si no fuera por algunas escenas de cama, esta serie casi podría pasar por un producto juvenil estandarizado cualquiera. Itakasaka, el guionista, ya era entonces un habitual bastante reputado de las series de mah-jongg, y aquí se nota un poco pez fuera del agua, aunque propone un argumento de cierta corrección y escasas fisuras. El dibujante, por su lado, realiza un trabajo igualmente correcto, se le nota veteranía en los trazos y dominio en el campo estrictamente deportivo, sabiendo jugar razonablemente bien las cartas del dinamismo formal de este subgénero.