TOMITA SHIGERU

Uno de los más prolíficos autores pornográficos de la década de 1980. Su mayor éxito es la saga de "Holy Girl", iniciada en 1981. Recopilatorios: "Girl's Taste", "Girl's Fruit", "Girl's Pleasure", "Girl's Mischief", "Girl's Melody", "Pleasure Duo", "Excitement! The Perfect Daughter", "Temptation of a Woman", "Uniform Love Touch", "Woman's Pleasure Gasp", "Temptation - Extracurricular Lessons", "Dirty Meat Hunter", y un largo etc.  

"SHÔJÔ TSUMA"
("Girl Wife")
少女妻
por Tomita Shigeru.
publicada en el Manga Kairaku'Ô (Lemonsha). [198203] et al.
género: comedia pornográfica.
Un estupendo ejemplo del talento de Tomita en su mejor época, antes de que empezara a perder fuelle. El apartado gráfico es más interesante de lo acostumbrado: experimenta con el uso de fotografías, con un montaje ágil y con planos bastante inspirados; a ello hay que añadir un argumento más pulido de lo habitual, con constantes cambios de escenario acorde al tono dinámico que pretenden las historias. No faltan tampoco algunos momentos de humor correctamente dosificados para no perjudicar las escenas de sexo. Los diseños de los personajes se han ido adaptando al tono realista que en esta época estaba floreciendo cada vez con mayor fuerza entre la nueva ola de dibujantes pornográficos, y que resultaba ideal en los relatos planteados. Su protagonista es una colegiala de nivel superior de buen ver y sus primeras experiencias sexuales, pero desde una perspectiva más realista de lo habitual (por supuesto dentro de unos límites), en ocasiones como mera mirona. El resultado quizá descoloque un poco a los pornófilos habituales, pero ya simplemente como rareza dentro del género vale la pena. 

"SHÔJÔ NO ITAZURA"
("Girl's Mischief")
少女の悪戯
por Tomita Shigeru.
publicada en el Manga Erotist (Tôkyô-Sanseisha). [198506] et al.
género: pornográfica.
Tomita siempre fue un dibujante muy previsible, aunque hacia el final de su carrera fue realizando poco a poco obras mejor cuidadas. La que nos ocupa, sin embargo, pertenece a su primera etapa y peca de los errores habituales de los novatos en este campo, a pesar de que ya llevaba más de un lustro trabajando en revistas del ramo. Sus historias suelen mezclar temas de dominación y sumisión en ambos géneros, a veces de un modo algo velado y otras mucho más ostensible, llegando a la pura degradación en el lugar de trabajo. Este aspecto tiene cierta gracia, pero lamentablemente estas escenas no están correctamente planteadas y de hecho, los diseños de las mismas resultan muy acartonados, porque el autor todavía no tiene las suficientes tablas como para apartarse de las revistas pornográficas que usaba como base para sus dibujos. Por cierto, las escenas de cama suelen explayarse en la aparición de muestras biológicas, no solamente las de rigor, sino también el sudor y las babas de los implicados, de modo que en ocasiones parece que seamos testigos del acoplamiento entre dos caracoles.